Un gol de Luis Suárez decide un partido complicado que ha acabado con problemas físicos para Alves y Sergio en San Mamés
Borrón y cuenta nueva para el Barça. El tercer partido en diez días contra el Athletic Club ha servido para dejar atrás la Supercopa de España y arrancar la Liga con una sufrida victoria en San Mamés. Un gol de Luis Suárez al inicio de la segunda mitad ha decidido un partido resuelto gracias al oficio de los culés, que han sufrido las lesiones de Dani Alves y Sergio Busquets. Un triunfo vital pero caro.
El partido en San Mamés ha arrancado con la pésima noticia de la lesión del lateral derecho brasileño en el minuto 19. El ‘6’ culé ha tenido que dejar su lugar a Sergi Roberto, que se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del primer tiempo. Sus incursiones por banda derecha han generado peligro en el área de Gorka. Allí ha reclamado un penalti al Barça por manos de Elustondo. Minutos más tarde, el árbitro ha señalado uno cometido sobre Suárez. Gorka, sin embargo, le ha parado el lanzamiento a Messi.
No se han visto muchas más ocasiones durante el primer tiempo. Ambos equipos han realizado un enorme desgaste físico en tareas de presión. El partido no era muy vistoso pero era intenso a más no poder, como suele ocurrir en la Catedral.
Suárez marca el primero de la Liga
En la segunda mitad han aparecido los primeros síntomas de cansancio. Han favorecido al Barça, que ha comenzado a hacerse el dueño del balón y del partido. En una acción rápida se ha fabricado la jugada del 0-1. Messi ha abierto a la banda para Alba, que ha centrado a la perfección para Suárez, que ha rematado a bocajarro desde muy cerca de la línea de gol.
Tras el 0-1 han llegado los mejores minutos de los culés. Sergi Roberto ha estrellado un cañonazo en la cruceta y Messi empezaba a hacer de las suyas cerca del área. El partido, sin embargo, guardaba una segunda mala noticia para el Barça. Esta vez era Sergio Busquets quien debía retirarse por lesión -minutos antes también lo había hecho Balenziaga- tras un pisotón de Aduriz.
Luis Enrique tenía que rehacer nuevamente el equipo. Mascherano pasaba a ocupar la posición de pivote defensivo y Bartra compartía ahora el eje de la defensa con Vermaelen. Se acercaba el final y el Athletic Club lo ha intentado con más corazón que cabeza. A pesar de colgar un balón tras otro, no ha podido crear peligro ante un Barça que se sentía cómodo sobre el césped. La victoria, pese a salir cara, ya no se escaparía.
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Borrón y cuenta nueva para el Barça. El tercer partido en diez días contra el Athletic Club ha servido para dejar atrás la Supercopa de España y arrancar la Liga con una sufrida victoria en San Mamés. Un gol de Luis Suárez al inicio de la segunda mitad ha decidido un partido resuelto gracias al oficio de los culés, que han sufrido las lesiones de Dani Alves y Sergio Busquets. Un triunfo vital pero caro.
El partido en San Mamés ha arrancado con la pésima noticia de la lesión del lateral derecho brasileño en el minuto 19. El ‘6’ culé ha tenido que dejar su lugar a Sergi Roberto, que se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del primer tiempo. Sus incursiones por banda derecha han generado peligro en el área de Gorka. Allí ha reclamado un penalti al Barça por manos de Elustondo. Minutos más tarde, el árbitro ha señalado uno cometido sobre Suárez. Gorka, sin embargo, le ha parado el lanzamiento a Messi.
No se han visto muchas más ocasiones durante el primer tiempo. Ambos equipos han realizado un enorme desgaste físico en tareas de presión. El partido no era muy vistoso pero era intenso a más no poder, como suele ocurrir en la Catedral.
Suárez marca el primero de la Liga
En la segunda mitad han aparecido los primeros síntomas de cansancio. Han favorecido al Barça, que ha comenzado a hacerse el dueño del balón y del partido. En una acción rápida se ha fabricado la jugada del 0-1. Messi ha abierto a la banda para Alba, que ha centrado a la perfección para Suárez, que ha rematado a bocajarro desde muy cerca de la línea de gol.
Tras el 0-1 han llegado los mejores minutos de los culés. Sergi Roberto ha estrellado un cañonazo en la cruceta y Messi empezaba a hacer de las suyas cerca del área. El partido, sin embargo, guardaba una segunda mala noticia para el Barça. Esta vez era Sergio Busquets quien debía retirarse por lesión -minutos antes también lo había hecho Balenziaga- tras un pisotón de Aduriz.
Luis Enrique tenía que rehacer nuevamente el equipo. Mascherano pasaba a ocupar la posición de pivote defensivo y Bartra compartía ahora el eje de la defensa con Vermaelen. Se acercaba el final y el Athletic Club lo ha intentado con más corazón que cabeza. A pesar de colgar un balón tras otro, no ha podido crear peligro ante un Barça que se sentía cómodo sobre el césped. La victoria, pese a salir cara, ya no se escaparía.