El Barça cae en el Sánchez Pizjuán, donde disparó cuatro veces al palo, y suma la segunda derrota en la Liga
La suerte sigue esquivando al Barça en este principio de temporada. En el Sánchez Pizjuán hubo una nueva muestra. El cuadro azulgrana ha sufrido la segunda derrota en la Liga en un partido en el que tuvo actitud e hizo ocasiones y postes -hasta cuatro- para haberse llevado algo de Sevilla. La falta de acierto y unos quince minutos sensacionales en la reanudación del Sevilla decidieron.
Como en las citas previas entre ellos, fue un duelo eléctrico, con un Barça al que le sigue costando poco generar ocasiones y mucho concretarlas. De inicio las tuvieron nítidas Neymar (min 4), Munir (min 8) y Suárez (min 13). El colmo de la poca fortuna culé de cara portería se produjo en el minuto 23. Neymar Jr, sin Messi erigido en líder ofensivo, disparó una falta al palo y, tras tocar en la espalda del portero Rico, el balón se paseó de una punta a otra de la línea de gol sin entrar. El rechace llegó a Suárez y también disparó al poste. Increíble.
De entrada el Sevilla, en mal momento y, como el Barça, golpeado por las bajas, amenazaba a balón parado. O a través del incisivo Gameiro. La intensidad era máxima sobre el césped y en las gradas. Los visitantes dominaban, pero como más peligro generaban era robando en la zona de creación sevillista y al contraataque. En uno de ellos, Luis Suárez colocaba el balón en la cruceta. Seguía la mala suerte.
De lado a lado iba el partido en la reanudación. El ritmo se sostenía frenético, con el Sevilla renacido. Fue Kröhn Dehli, tras una jugada brillante de Gameiro por la derecha, el que estrenaba el marcador en el minuto 51. Un gol que hizo mucho daño al Barça. Sin tiempo para rehacerse, el equipo encajaba el 2-0 por medio de Iborra, con la cabeza, entrando desde atrás (min 58).
Con todo en contra, reaccionaría con orgullo el vigente campeón. Un doble cambio de Luis Enrique limpiaba la cara de su conjunto. En el minuto 63, Sergio Rico salvó el gol de Neymar con hasta tres intervenciones cruciales consecutivas. Seguía llegando el Barça. Se merecía el gol el brasileño. Lo merecía el Barça, que, por fin, recortaba distancias gracias a un penalti transformado por Ney (min 74). Quedaba poco más de un cuarto de hora para levantar el partido.
En el 78, Sandro se topaba de nuevo con la madera. La cuarta de la tarde. Estaban volcados los catalanes ante un rival que ahora prefería ralentizar la acción. El Barça tenía paciencia en la agonía, pero el Sevilla resistiría el asedio y se quedaba con los tres puntos.
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